lunes, 30 de marzo de 2009

NUEVAS ACCIONES ENTRE LOS ISLEÑOS



  • LAS NUEVAS ENTREVISTAS ENTRE LOS ISLEÑOS NOS LLEVAN A UNA PEQUEÑA BIBLIOTECA.


  • ESTA MINIBIBLIOTECA CONTENDRA LIBROS NECESARIOS PARA TODAS LAS ESPECIALIDADES, APTITUDES...


  • SE PLANTEAN A NECESIDAD DE NUEVOS ESPACIOS PUBLICOS, COMO PUEDEN SER ZONAS DE INVESTIGACION, DE CONVERSACION...

REDES

RED DE AGUAS

RED ELECTRICA


MAPA DE SITUACION DE REDES






SECCIONES - SECCIONES TEMPORALES
















SITUACION Y SECCIONES

PLANTA DE SITUACION DE SECCIONES
SECCIONES





  • LOS PRIMEROS DIAS, ANTES DE IR A INVESTIGAR, SON DE ANALISIS DEL TERRENO DE ADAPTACION PARA PODER VIVIR EN UN ENTORNO DE CLIMA EXTREMO.VEMOS COMO SE VA A EMPEZAR A MONTAR EL REFUGIO PENSANDO EN UN BOOMERANG.
  • LA FORMA VIVENE DADA POR LA CONCEPCION DEL BOOMERANG. ES UN ELEMENTO AMOLDADO AL VIENTO.
  • YA QUE ESTAMOS EN UN LUGAR CUYO SU PARAMETRO ES EL VIENTO MAXIMO NECESITAMOS UN REFUGIO QUE SE ADAPTE Y SOPORTE SU FORMA LAS VELOCIDADES QUE AQUI SE ALCANZAN.


  • LA PRIMERA ES LA ZONA DE INVESTIGACION Y CREACION DE THEO JANSEN. CON UN GRAN ESPACIO ENTRE LOS DOS HABITACULOS, PARA PODER PROBAR SU ESPACIES, Y CREAR ESPECIES QUE PERFOREN Y SAQUEN AGUA, GENEREN ENERGIA...
  • LA SEGUNDA ES LA DE INVESTIGACION SOBRE EL TERRENO, LA DEDICADA A LA IMPLANTACION DE NUEVAS ESPECIE VEGETALES...LA TERCERA ES LA DE ESPACIOS COMUNES, COMO SON ASEOS, COCINA, COMEDOR...LA CUARTA SON ESPACIOS PRIVADOS EN LOS QUE CASA ISLEÑO PUEDE RELAJARSE Y PENSAR.
  • LA TERCERA ES LA DE ESPACIOS COMUNES, COMO SON ASEOS, COCINA, COMEDOR...
  • LA CUARTA SON ESPACIOS PRIVADOS EN LOS QUE CASA ISLEÑO PUEDE RELAJARSE Y PENSAR.

SITUACION DE ELEMENTOS


BOOMERANG


lunes, 23 de marzo de 2009

domingo, 22 de marzo de 2009

DISTANCIAS EN EGIPTO


SITUACION ISLEÑOS


ATLAS PRIMEROS ENCUENTROS ISLEÑOS


INFORMACION DESIERTO BLANCO I


Este singular lugar se encuentra en el oeste del hermoso Egipto. Cerca del tan visitado oasis de Farafra, a unos 45 kilómetros.Cuando uno imagina un desierto, simplemente piensa en kilómetros y kilómetros de arena sin ningún tipo de matiz ni aditamento. Pero este particular y hermoso desierto blanco ofrece algo totalmente distinto, mezcla la arena con bellas manchas de arena blanca y perfectos monumentos de piedra y arena que se fueron forjando en forma completamente natural con el correr de los siglos.Cuando uno camina entre estas torres parece que fueron creadas por la mano del hombre y puestas es posiciones estratégicas, pero nada mas alejado de la realidad, este lugar fue creado íntegramente por el viento, la arena y al madre naturaleza. Una vez allí también es recomendable conocer el pueblo de Farafra, cercano a este desierto, que tiene algo más de 5000 habitantes. La forma de vida, creencias y arquitectura del lugar merecen ser visitados. La mayoría de la población vive en casas de piedras y arena siguiendo con la característica del desierto. Lo más increíble es que a pesar de los fuertes vientos, que en ocasiones superan los 100 kilómetros por hora, siguen en pie.


INFORMACION DESIERTO BLANCO II

Y el Desierto Blanco
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Tu siguiente destino es Farafra, pero antes de llegar allí, a unos 37 km… la gran sorpresa del viaje: el Desierto Blanco. Tendrás que internarte por una pista para descubrir el maravilloso paisaje de rocas calcáreas que surgen de la arena, algunas modeladas con increíbles formas por la erosión. Creerás estar inmerso en el decorado de una película de ciencia ficción. Pero es real y no podrás dejar nunca de pensar en él, sobre todo, si disfrutas de un atardecer junto a una hoguera, con un vasito de té en la mano.
Farafra es el más pequeño de los oasis del desierto líbico. El pueblo, con sus casitas de piedra y adobe y techos de caña, tiene cierto encanto. Date un paseo por sus callejuelas y podrás disfrutar de algunas de sus fachadas decoradas. También te aconsejamos que visites el Museo Badr, construido por Badr Abd El Moghny, un artista local que exhibe aquí su obra: pinturas, esculturas… Puedes comprarle un cuadro o unas postales y también ver cómo trabaja. Charla con él y recorre su museo, repleto de salas, una de ellas vacía, en la que el pintor, según dice, guarda toda su tristeza. Quizás a la entrada del museo te encuentres con Mr. Socks, a quien todo el mundo llama así porque hace y vende calcetines de lana de camello.
Sin duda el verdadero interés de Farafra, rodeada por un recinto de piedra, está en sus alrededores. El palmeral comienza al oeste del Kasar, el barrio más antiguo de la localidad. Verás no sólo palmeras, también olivos y otros árboles frutales. Muy cerca, te proponemos darte un baño. En el pozo de Bir Setta: aguas sulfurosas calientes en las que podrás relajarte.
Bidones viejos y barreras de piedra. Así son los siete controles que deberás pasar hasta alcanzar la población deSiwa, nuestro último punto marcado en el mapa. Pero antes de llegar, de nuevo, un aliciente en el camino: el increíble Mar de Arena, con dunas a merced del viento y que parecen hechas de seda.
De noche en el desierto
Este es, posiblemente, uno de los mejores lugares del mundo para encontrarse con uno mismo. No hay nada comparable a esperar a que caiga el sol, encender una hoguera y dejar pasar el tiempo ante un vaso de té. Todos los conductores egipcios llevan siempre bien cargado el coche con leña para encender las fogatas. Ellos mismos suelen preparar la comida, que no suele ser otra cosa que pan, queso, miel y, seguramente, ensalada de atún (todo está incluido todo en el precio del tour). Recuerda que en el desierto las noches son muy frías y las mañanas calurosas (evita el verano). Lleva calzado cubierto (botas) y duerme, mejor, en tu saco, pero fuera de la tienda; así disfrutarás de su cielo estrellado.
Y a en tu destino, lo primero que debes visitar es la llamada Montaña de la Muerte (Gebel el Mut), a 1 km al norte de la población. Es una colina que sobresale del oasis, repleta de tumbas excavadas de diferentes épocas. La entrada es gratuita, aunque el vigilante espera una propina. En sus alrededores siempre hay puestos donde puedes comprar pañuelo. Hay mucho que ver en Siwa. Por ejemplo, las ruinas del templo de Um Abayda, en un claro del palmeral. Del que seguro que te llaman la atención unos bonitos relieves de dioses egipcios. Fueron realizados durante el reinado de Nectanebo II, en el año 360 a. C.
También en ruinas está el templo de Amón, el monumento más importante de Siwa, en la pequeña localidad de Aghurmi. Fue construido en el siglo VI a.C. y en él se encontraba el oráculo al que acudían gentes de toda la cuenca mediterránea para conocer su destino. ¿El más famoso de sus visitantes? Alejandro Magno, que atravesó el desierto para saber si algún día sería el amo del mundo entero. Lo que, por lo visto sí le dijo el dios Amón por boca del oráculo, fue que era hijo suyo. Quizás por eso, antes de morir, el gran Alejandro expresó su deseo de ser enterrado en Siwa, aunque, como es sabido, la tumba del macedonio jamás ha sido encontrada.

PRIMEROS DATOS



DATOS DESIERTO

Usos horarios
Cuando en el Cairo son las 12.00, en Madrid son las 11.00, en Buenos Aires y Río de Janeiro las 7.00, y en Bogotá las 3.00 horas.
Clima
La costa norte tiene un clima mediterráneo con una media de lluvia de 18 mm. Este clima se mantiene a lo largo del Delta del Nilo.
El Cairo y sur de Egipto se sitúan en la zona más árida, donde no se producen apenas lluvias. Las noches son frías y los días muy calurosos. En los últimos años la humedad ha aumentado considerablemente en El Cairo y las noches de verano pueden llegar a ser incómodas. Ver pronóstico del tiempo actuales

Temperaturas invierno máx. mín.
Temperaturas verano máx. mín.
Assuán
22 ºC - 7 ºC
43 ºC - 24 ºC
Alejandría
19 ºC- 9º C
30 ºC - 20 ºC
El Cairo
20 ºC - 7 ºC
34 ºC - 21 ºC
El Jamsein
Los vientos cálidos soplan desde el desierto durante días en abril y mayo. Arrastrando arena a su paso, han llegado a veces a arrancar la pintura de algún coche. Son cálidos y desagradables, acompañados de una arenilla en forma de polvo que lo invade todo. Normalmente las tormentas duran sólo unas horas, pero pueden continuar durante varios días. Si le sorprende una tormenta, vaya al refugio más próximo y espere a que termine

Ropa
Deje sus prendas sintéticas en casa, pues dan mucho calor en verano y en invierno no abrigan lo suficiente; es aconsejable utilizar prendas de algodón, ya que el calor puede ser insoportable. Egipto es fundamentalmente un desierto, por lo que necesitará abrigarse por la noche. Las habitaciones de los hoteles son cómodas y bien acondicionadas, pero las noches pueden resultar duras en invierno en Assuán y Luxor.
Por encima de todo, lleve ropas sencillas. Mantenga cubiertos los hombros, la parte superior de los brazos y las faldas por encima de la rodilla. Tanto hombres como mujeres no deben vestir pantalón corto en público. No planee baños desnudo; es preferible un bañador de una pieza a un bikini.
Lleve zapatos cómodos. En verano use un sombrero o una sombrilla para protegerse del sol.
Si va al desierto, tenga en cuenta que cuanta menos piel lleve al descubierto, tanto mejor. Use prendas sueltas de manera que el viento pueda circular a través de ellas. Hay un proverbio árabe que dice que lo que quita el frío, quita el calor.
Religión
Las dos religiones principales de Egipto son el cristianismo copto y el islamismo, pero están representadas casi todas las religiones judeo-cristianas.
El grupo religioso más numeroso es el Islam. La religión islámica fue fundada por Mahoma en el año 609 en La Meca.
Idioma
El idioma oficial es el árabe (hay dos: el culto y el de la calle), y la segunda lengua el inglés. Es relativamente fácil encontrar en las tiendas gente que hable castellano.
Electricidad
220 V y 110 V.
EGIPTO
Hacia el Desierto Blanco
Egipto fue uno de los primeros sitios que despertaron la pasión por los viajes exóticos entre los viajeros occidentales. Casi todo lo que alberga el antiguo país de los faraones llama al asombro: sus espléndidas pirámides y templos, sus ancestrales costumbres, su gastronomía de raíz árabe, las populosas ciudades, los escenarios naturales marcados por la desmesura. Además, Egipto tiene mil caras. Una de las más desconocidas e impactantes es el llamado Desierto Blanco, una de las puertas de entrada al Sahara, donde en 1992 fue descubierto un majestuoso cementerio de la época de Alejandro Magno, con más de 10.000 momias. El Desierto Blanco sorprende también porque está plagado de curiosas formaciones, pulidas por el viento, que dotan a toda la región de un curioso paisaje con reminiscencias de Marte. En las excursiones al desierto no faltan los paseos en camello y las noches bajo las estrellas, durmiendo en tiendas en medio de una nada milenaria.paquete. Eurotour ofrece un paquete de 14 días partiendo desde El Cairo hacia el Desierto Blanco y visitando lugares como las pirámides y la esfinge de Gizeh, la ciudadela de Saladino y el oasis de Bahareyaa, por US$ 1.480, sin aéreos. www.eurotour.com.arel amarillo del desierto en otros lugares, algo que cuesta de creer hasta que no lo ves con tus propios ojos. Muchos de los viajes organizados incluyen pasar la noche en el desierto, espectacular. El desierto blanco se ve mejor al amanecer o atardecer, a la luz de una luna llena, lo que da al paisaje un aspecto misterioso Ártico (salvo la diferencia de temperatura) o cuando el sol convierte el blanco tiza de las rocas en un color rosa y naranja.
Se trata de una vasta extensión de tierra en el Desierto Occidental entre Bahariya y el oasis de Farafra, unos 45 km al norte de Farafra y a 450km al sur-oeste de El Cairo.
Este lugar es muy popular por sus inusuales formaciones rocosas. El blanco-nieve de las rocas es en realidad tiza que ha estado expuesta durante años a lo que los geólogos llaman "meteorización diferencial," la erosión de las partículas suaves que resultan en misteriosas protuberancias de la roca dura. Estos hongos son formaciones rocosas, de diez a 20 metros de altura, cuyas bases de piedra caliza se ha desgastado lejos por la arena y viento que ha soplado contra ellos a altas velocidades durante miles de años.La meteorización ha creado formas como cúpulas, minaretes, castillos, torres y así sucesivamente. Llama la atención encontrar fósiles marinos incrustados en la tiza, hace millones de años toda esta zona era un mar.
Este destino turístico ha demostrado una gran atracción para el turismo de bajo presupuesto de acampada que suele disfrutar de la fauna y la flora y disfrutar del suave clima invernal. Los Viajes al desierto se organizan ya sea desde Bahariya o Farafra. Si vas a ambos oasis, es mejor partir desde Bahariya, todo es más fácil y más corto.
Obtenido de "http://www.egiptoforo.com/guia-de-viajes-a-egipto/Desierto_Blanco"
LLEGADAEl viaje ya empezó de una manera bastante curiosa. En el avión de Iberia al poco de despegar dos Egipcios se pelearon en la cola del avión y tuvo que venir una azafata a poner paz. Nosotros estábamos en la última fila y nos tocó al lado un cardiólogo egipcio y musulmán que venía de una conferencia en Barcelona. Mientras ojeaba sus documentos médicos se tomó 3 cubatas y dos botellines de vino. Hacia la mitad del viaje ya iba suficiente animado y empezó a hablar con nosotros como un descosido. estaba tan animado el tío que le tuvieron que llamar la atención desde los asientos de en frente para que bajara la voz. fue divertido y nos explico cosas sobre los sitios que íbamos a visitar. me quitó de la cabeza pillar un taxi eb el aeropuerto para ir a bahariya ya que muchos no saben i donde está...incluso dijo que algunos taxistas no habían salido del Cairo en su vida y que a duras penas se conocen la ciudad. tenia mucho sentido del humor.Llegamos al Cairo a las 1am y nos fuimos en Taxi (35 pounds) a la pensión Viena de Midan Talaat Harb (40 pounds la doble) a dejar las maletas y dar una vuelta. Llegamos la penúltima noche de Ramadan y nos soprendió el ambiente que se respiraba en la calle, llena de gente, con todas las tiendas abiertas, comerciantes ambulantes, música, etc. Estubimos hasta las 3am recorriendo calles del centro y nos llevamos la impresión de algo se había modernizado el Cairo desde la última vez que lo visitamos (ropa, vehículos nuevos), anuncios más occidentalizados...etc. nos fuimos a dormir pq a las 6am nos teníamos que levantar para coger el Bus de las 7am hacia Bahariya desde la nueva estación de Turgomán (algo hortera per en el bar hacen un zumo fresco de Guava(1.5 pounds) riquísimo..probad este zumo de fruta fresco sino lo cnoceis..es como si fuera una mezcla entre pera, melón y plátano).El viaje lo hicimos con la compañía más barata de autobuses y la más popular entre los egipcios, la inolvidable Upper Egypt (la de los tres caballos). No es la primera vez que viajo en esta máquina de tortura con ruedas pero es la primera vez que sufro todos sus males en un mismo día. Ya le dedicaré más adelante un capítulo a estos autobuses y aunque los pongo a parir hay que montarse al menos una vez en un trayecto largo para entender más a los egipcios.BAHARIYADespués de 5 horas de viaje soportando los rezos cantados del Koran a todo volumen durante más de 3 horas llegamos en estado de shock a Bahariya y nos fuimos a buscar hotel. La calor era considerable, más de 30 grados y fuimos a parar al safari desert oasis hotel donde coincidimos con una pareja de valencianos muy majos (mariajo y jose). El hotel(50 pounds la doble) es aceptable y el amo es buena gente aunque la comida no vale nada. Acordamos hacer un trip con los valencianos por el oasis (120 pounds el jeep) y otro al desierto negro y blanco (700 pounds el trip a dividir entre 4). Esa misma tarde hicimos el trip por el oasis y recorrimos el palmeral y algunos paisajes muy bonitos con fuentes de aguas calientes. Íbamos acompañados de un crío un poco pesado pero divertido. A la que llegamos a la primera fuente el chico se puso a beber agua (nos encontramos en el día más sagrado de Ramadan) pensando que su amigo chofer no lo vería pero lo enganchó. Se lo tomaron a risa y no le dieron más importancia, se notaba que los dos estaban deseando que llegara las 5.30pm para finalizar de una vez el mes de ayuno. Nosotros mientras, nos hartábamos de comer dátiles que arrancábamos directamente de las palmeras. Estaban deliciosos. La puesta de sol fué preciosa y desde lo alto de una colina oíamos como desde todas las mezquitas de Bawiti se gritaba como posesos "Allah Uakbar" para poner fin al Ramadan.Esa misma noche Jimi y yo nos juntamos con una pareja de Rusos para irnos a hacer una cosa que la Lonely recomendaba especialmente; bañarse en una fuente termal caliente bajo las estrellas. Nos gustó mucho y teníamos de fondo música new age... DESAYUNO Y CONVERSIÓN AL ISLAMAl día siguiente me levanté a las 7am y dejé a Jimi durmiendo. Quería aprovechar el tiempo y recorrer el pueblo e intentar ver el templo de Alejandro. Era el único turista que paseaba y eso me pasó en casi todos los sitios que estuve. La gente en Bahariyya es especial. He estado en oasis más bonitos como el de Siwa pero esta gente es como más abierta y más simpática que en cualquier otro lugar de Egipto que haya estado. Los niños de Bahariya son la cosa más simpática que he visto.Quizás era por el día. El primer día después de Ramadan es como Navidad para ellos. Todo cierra, la familia se reúne y pueden comer de una vez. Durante mi paseo matutino me llevaron en bici hacia las afueras. Allí me enteré que el templo de Alejandro estaba a 6km así que me dije otra vez será. Me fuí hacia el palmeral y me metí en sus caminitos estrechos rebosantes de vegetación a comer dátiles y hacer fotos. Me siento muy relajado y a gusto cuando estoy solo en un lugar así, te relajas y disfrutas del entorno con más tranquilidad. Al salir del palmeral me encontré con una barriada humilde de casas y unos chicos que se estaban saludando familiarmente en la calle. Al verme me llamaron y me invitaron directamente a entrar en su casa a tomar un te. Yo, que soy muy desconfiado lo dude durante alguno segundos, pero luego me dije, que coño...y entré con ellos, que parecían muy emocionados de verme y de saber que era de Barcelona. Entre en su casa en una habitación grande pintada de un color chillón y lleno de tapices de la meca y del Islam. La pared principal estaba presidida por un poster enorme de un bosque bucólico y una foto del cabeza de familia.Ellos no hablaban inglés pero yo con 4 palabras y 4 gestos me se explicar muy bien sin necesidad de poner cara y sonrisa de giri tonto todo el rato.
Me senté y me trajeron altramuces (ellos lo llaman tramús), pipas, bombones, bizcocho delicioso y zumo natural de mango, y un fruto seco que no se que es. Estaba sorprendido con tanta hospitalidad, y aunque ya conocía esta característica de los egipcios me sorprendía la cara de felicidad que ponían. Poco a poc fue entrando toda la familia en la sala (toda la familia masculina...se entiende) y yo no paraba de dar las gracias y decir que todo estaba delicioso. Poco a poc iniciamos conversación, el miembro más joven de la familia sabia algo de inglés.
El padre de familia, el de la foto, entró y era muy simpático conmigo. Parecían que disfrutaban viéndome comer y yo encantado de la vida. Les intenté decir que tenía un par de amigos musulmanes en Barcelona pero entendieron algo diferente así que me apresuré a sacar la foro de mi amiga Sonia que guardo en la cámara para decirles que era mi esposa. no mostraron ningún interés y eso que salía bien mona. Estaban más interesados en Etto y Ronaldiño y Raul como la mayoría del país. El más jovencito me preguntó si yo era musulmán....yo le dije que era cristiano y el chico puso una cara como de desaprovación y todo seguido me hizo repetir en árabe: di conmigo: "allah es el único dios y mahoma su profeta"...yo me hice el tonto y repetí lo que hizo falta en tal de no liarla.Al finalizar me dijo que "muchas gracias" de todo corazón. Fué una anecdota con la complicidad silenciosa del resto de la familia,pero eso no es hospitalidad tal como la entiendo yo, pero estoy muy agradecido igualmente.Cuando me comí todo lo que pude y bromeé todo lo que supe con esa familia me despedí de ellos y amablemente accedieron a hacerse unas fotos conmigo y a acompañarme hasta el pueblo. Nos cambiamos nuestros móviles y nuestros mails y nos abrazamos como si fuéramos familia.De camino al hotel otro me llevó un tramo en coche y otro chico montado a caballo me dijo si quería subir que me llevaba hasta el hotel. Tanta amabilidad me desbordó.
El Desierto Blanco
La mayoría de los viajes a Egipto se concentran en el Nilo, pero hay otros lugares que cada vez están despertando mayor interés en los viajeros que no solo buscan turismo arqueológico.Tal es el caso de El Desierto Blanco o Sahara al-Badya.Llegamos allí tras hacer escala en el oasis de Bahariya. Antes de llegar paramos en una de las fuentes de la zona. El agua se saca mediante bombas, y según el sitio puede salir fría, a 35 o incluso a 60 grados (en ésta última no aguante con las manos dentro ni dos segundos). También, dependiendo de la fuente el agua tiene diferentes propiedades según los minerales que disuelve. Nos dimos un buen baño en una de ellas, y ese agua era muy rica en hierro.Esto fue de camino hacia del Desierto Blanco, habiendo pasado por el Desierto Negro, cuyas formaciones rocosas de basalto nos parecieron muy espectaculares... hasta que llegamos al Blanco.También de camino pasamos por la Montaña de Cristal, un promontorio de cristal de cuarzo con formas muy curiosas y llamativas.Un momento muy espectacular y sobrecogedor fue la llegada a la Montaña de los Milagros. No voy a poner ninguna foto de ella por si algún dia vais. Ver una foto de la Montaña de los Milagros antes de ir sería como si te desvelaran el final de una buena película. Es muy impresionante. Casi se me sale el corazón a medida que íbamos llegando.Ya estábamos cerca de nuestro destino, pero aún debíamos pasar por el Valle de las Zanahorias, que lo llaman así porque los pináculos modelados por la erosión parecen zanahorias y además tienen un cierto color anaranjado.Pues bien, llegamos al Desierto Blanco y ya no teníamos más baba que se nos cayera. Fue justo al atardecer.Esto parece otro planeta, y además la luz rojiza del ocaso le daba un carácter aún más mágico. El silencio es sobrecogedor. Las rocas esculpidas por el viento parecen animales, esfinges, objetos... mil cosas dependiendo del ángulo desde donde se mire. Un caballo de ajedrez se convierte en un enorme pene si lo miras desde el costado. La roca es un poco grasienta, como si fuera piedra de talco, pero en realidad es una mezcla de creta y caliza de un blanco espectacular.Dormimos allí, tras una suculenta cena que nos prepararon los lugareños que nos guiaban, muy divertidos. Lo que quedó de la cena lo compartimos con los innumerables zorros que salen de noche a buscar alimento. Parece increible la cantidad de vida que puede haber en un desierto, pero la hay.Me tumbé mirando al cielo. Un cielo como nunca antes había visto, y eso que soy medio de campo. Jamás ví tantas estrellas ni un cielo tan limpio ni con una paz tan absoluta.Dormimos.Y el amanecer... hizo llorar.
LOS OASIS DE EGIPTO
Por Elisa Villagrasa
Fotografías de la autora


Cuando oímos pronunciar el nombre de Egipto, en nuestra mente rápidamente nos vienen imágenes de pirámides, momias, arena, pero lo que no nos imaginamos es que este enigmático país esconde un secreto, uno más de los tantos que intentamos desvelar los investigadores, pero este "secreto” en particular lo podemos revelar, pues Egipto nos lo regala.

Al igual que ocurre en muchos países, Egipto también cuenta con una gran cantidad de oasis, pero éstos, sin embargo, son poco conocidos. La ruta más usual de acceso a los mismos es desde El Cairo, se puede ir en autocar, pero lo más hermoso es hacer el camino en el coche de línea que une a la gran ciudad con el poblado de los beduinos llamado BAWITI, situado en el oasis de el BAHARIYA.

Desde El Cairo hay tres autobuses diarios y además los miércoles, jueves y domingos, hay otro suplementario, el trayecto dura entre 4 o 5 horas, durante el cual sólo se realiza una parada en una estación, cafetería, perdida en la inmensidad de la carretera, que es muy peculiar. También salen microbuses compartidos de lo más pintorescos, aunque no os los aconsejo, ya que son muy incómodos, pero a veces como último recurso no te queda más remedio que recurrir a ellos, pues los autobuses de línea suelen ir bastante llenos.

El oasis de el BAHARIYA, se encuentra a 365 Km. de El Cairo, sus gentes son muy amigables, sobretodo si vas acompañado de algún amigo egipcio, te reciben en sus casas con gran cortesía, ofreciéndote enseguida un refrigerio en su “sala de invitados”, ya que las visitas no pueden acceder a la vivienda particular, incluso tienen un aseo de uso sólo para sus invitados.

Sus mujeres son de gran belleza, aunque difíciles de ver, ya que éstas permanecen en sus casas durante el día y sólo salen a la calle por la noche. Los hombres son los que efectúan la compra diaria, aunque para sus cosas particulares; las mujeres tienen sus tiendas que permanecen abiertas por la noche para que ellas puedan ir a comprar.

Este oasis se ha hecho famoso por que en el año 1.992 se realizó un fantástico descubrimiento. Se trata de un enorme cementerio, considerado el más grande hallado hasta ahora. Se cree que hay en él mas de 10.000 momias de época grecorromana, contemporáneas de Alejandro Magno. El complejo funerario, llamado “Valle de las momias”, en la actualidad se están estudiando.

En este oasis se encuentran también unas fuentes romanas donde el agua sale a una temperatura de 33º C.

Si alguna vez hemos soñado estar en un paraíso, el mejor acceso a este paraíso es desde este oasis.

El desierto blanco o SAHARA EL GUEDIDA es una gran extensión de arena muy fina y suave, fresca al tacto. A tu alrededor y decorando el paisaje, podemos ver serie de formaciones rocosas de piedra calcárea totalmente blanca, a las que la erosión del viento y la arena han dado formas curiosas y diversas.

Desierto blanco: se ven perfectamente las pequeñas dunas de piedra calcárea, en otras podréis apreciar que incluso hacen caprichosas figuritas.

Inicio del Desierto blanco: todavía se aprecian las arenas del rojo.

Desierto blanco: el yeso del desierto da la impresión de ser una zona cubierta de nieve.




Acampamos para pasar la noche en este desierto y ello nos permitió contemplar al despertar, un maravilloso amanecer, aunque quizás es al atardecer el mejor momento para casi extasiarse con los cambios de color del paisaje que en ocasiones parece cobrar vida.
Los que hemos tenido el gozo de estar en este insólito paisaje, recordaremos sus imágenes para siempre, pues éstas han quedado grabadas no sólo en nuestra retina, sino también en nuestro corazón.
De nuevo y en dirección al sur, en dirección al oasis de FARAFRA, el suelo cambia de color, delante nuestro comienza una gran extensión de rocas negras a las que los nativos llaman GABAL EL SZEGED, o desierto negro. Su imagen es impactante.
Paramos para recoger del suelo algunas de sus piedras pues su color tan oscuro nos llama la atención y comprobamos con asombro que al chocarlas entre si suenan metálicas, parecen de hierro, además de hacer unas formas de lo más curiosas.
Llegamos al oasis de FARAFRA, que se encuentra a unos 200 Km. al sur del de BAHARIYA, de donde venimos. Es el oasis más pequeño de todos, pero no por ello menos hermoso. Antiguamente se le conocía como “la tierra de la Vaca” TA-IHW, refiriéndose a la diosa Hator.
En el pueblo encontramos un museo hecho por uno de sus habitantes, el beduino Badr Abdel Moghny, un artista nacido en 1.958 totalmente autodidacta, que ha creado su museo en una casa de barro característica del oasis. Cada habitación de la casa esta dedicada a un tema diferente, pues intenta, a través de su trabajo reflejarse él mismo y a las gentes y costumbres de los oasis.
Nos dirigimos ahora al oasis más grande de la región, a EL DAJLA, a unos 300 Km. más al sur. Su capital es Mut, posiblemente su nombre derive de la diosa faraónica de la tríada de Tebas. Los últimos hallazgos han revelado que el origen de este oasis se remonta al periodo Neolítico, cuando el clima era parecido al que se da hoy en día en la sabana africana
Termina ya nuestra estancia en los oasis y desandamos el camino andado para desde el pueblo de BAWITI, regresar al El Cairo, no sin antes hacer una parada en el desierto Rojo, cuyas arenas son de un color rojizo bastante intenso.

Farafra
Es el más pequeño y menos frecuentado de los cinco oasis. Si le gusta la tranquilidad, si necesita soledad después de la superpoblación del valle del Nilo, no lo dude. Llegar a Farafra no es tarea fácil (dos o tres enlaces semanales en autobús desde El Cairo). Farafra se extiende por una meseta de arena blanca salpicada de algunas manchas verdes, que ocultan algunas casas de tierra. A partir de Qasr el-Farafra, el pueblo más importante, los senderos de arena permiten surcar el palmeral, donde juegan los rayos del sol.No se pierda la excursión al desierto Blanco, a unos 40 kilómetros del oasis. Tras la arena y las rocas negras, aparecen extrañas formaciones calcáreas en forma de pirámides, setas e icebergs, que se extienden hasta perderse de vista. Espectáculo mágico a la salida o la puesta del sol.
Los Oasis Occidentales : En lo más profundo del desierto occidental de Egipto se esconden cinco de los oasis menos visitados y sin embargo más interesantes. Y es que ya desde los tiempos faraónicos fueron utilizados como lugar de paso para las caravanas que se dirigían hacia el sur de África. El más próximo a la capital egipcia es el oasis de El Bahareya, que se encuentra a casi 450 km, al que le sigue, un poco más al sur, la provincia de El Wadi El Guedid o Valle Nuevo, que alberga los oasis de El Farafra, El Dajla y El Jarga. Siendo el último oasis el de Siwa, casi pegado en la frontera de Libia, a unos 1.000 km de El Cairo. Todos estos lugares son perfectamente dignos de una visita. Por ello son muchos los programas que Nubia Tours organiza, sobre todo en circuitos aventura
Este singular lugar se encuentra en el oeste del hermoso Egipto. Cerca del tan visitado oasis de Farafra, a unos 45 kilómetros.
Cuando uno imagina un desierto, simplemente piensa en kilómetros y kilómetros de arena sin ningún tipo de matiz ni aditamento. Pero este particular y hermoso desierto blanco ofrece algo totalmente distinto, mezcla la arena con bellas manchas de arena blanca y perfectos monumentos de piedra y arena que se fueron forjando en forma completamente natural con el correr de los siglos.Cuando uno camina entre estas torres parece que fueron creadas por la mano del hombre y puestas es posiciones estratégicas, pero nada mas alejado de la realidad, este lugar fue creado íntegramente por el viento, la arena y al madre naturaleza. Una vez allí también es recomendable conocer el pueblo de Farafra, cercano a este desierto, que tiene algo más de 5000 habitantes. La forma de vida, creencias y arquitectura del lugar merecen ser visitados. La mayoría de la población vive en casas de piedras y arena siguiendo con la característica del desierto. Lo más increíble es que a pesar de los fuertes vientos, que en ocasiones superan los 100 kilómetros por hora, siguen en pie.
Y el Desierto Blanco
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Tu siguiente destino es Farafra, pero antes de llegar allí, a unos 37 km… la gran sorpresa del viaje: el Desierto Blanco. Tendrás que internarte por una pista para descubrir el maravilloso paisaje de rocas calcáreas que surgen de la arena, algunas modeladas con increíbles formas por la erosión. Creerás estar inmerso en el decorado de una película de ciencia ficción. Pero es real y no podrás dejar nunca de pensar en él, sobre todo, si disfrutas de un atardecer junto a una hoguera, con un vasito de té en la mano.
Farafra es el más pequeño de los oasis del desierto líbico. El pueblo, con sus casitas de piedra y adobe y techos de caña, tiene cierto encanto. Date un paseo por sus callejuelas y podrás disfrutar de algunas de sus fachadas decoradas. También te aconsejamos que visites el Museo Badr, construido por Badr Abd El Moghny, un artista local que exhibe aquí su obra: pinturas, esculturas… Puedes comprarle un cuadro o unas postales y también ver cómo trabaja. Charla con él y recorre su museo, repleto de salas, una de ellas vacía, en la que el pintor, según dice, guarda toda su tristeza. Quizás a la entrada del museo te encuentres con Mr. Socks, a quien todo el mundo llama así porque hace y vende calcetines de lana de camello.
Sin duda el verdadero interés de Farafra, rodeada por un recinto de piedra, está en sus alrededores. El palmeral comienza al oeste del Kasar, el barrio más antiguo de la localidad. Verás no sólo palmeras, también olivos y otros árboles frutales. Muy cerca, te proponemos darte un baño. En el pozo de Bir Setta: aguas sulfurosas calientes en las que podrás relajarte.
Bidones viejos y barreras de piedra. Así son los siete controles que deberás pasar hasta alcanzar la población deSiwa, nuestro último punto marcado en el mapa. Pero antes de llegar, de nuevo, un aliciente en el camino: el increíble Mar de Arena, con dunas a merced del viento y que parecen hechas de seda.
De noche en el desierto
Este es, posiblemente, uno de los mejores lugares del mundo para encontrarse con uno mismo. No hay nada comparable a esperar a que caiga el sol, encender una hoguera y dejar pasar el tiempo ante un vaso de té. Todos los conductores egipcios llevan siempre bien cargado el coche con leña para encender las fogatas. Ellos mismos suelen preparar la comida, que no suele ser otra cosa que pan, queso, miel y, seguramente, ensalada de atún (todo está incluido todo en el precio del tour). Recuerda que en el desierto las noches son muy frías y las mañanas calurosas (evita el verano). Lleva calzado cubierto (botas) y duerme, mejor, en tu saco, pero fuera de la tienda; así disfrutarás de su cielo estrellado.
Y a en tu destino, lo primero que debes visitar es la llamada Montaña de la Muerte (Gebel el Mut), a 1 km al norte de la población. Es una colina que sobresale del oasis, repleta de tumbas excavadas de diferentes épocas. La entrada es gratuita, aunque el vigilante espera una propina. En sus alrededores siempre hay puestos donde puedes comprar pañuelo. Hay mucho que ver en Siwa. Por ejemplo, las ruinas del templo de Um Abayda, en un claro del palmeral. Del que seguro que te llaman la atención unos bonitos relieves de dioses egipcios. Fueron realizados durante el reinado de Nectanebo II, en el año 360 a. C.
También en ruinas está el templo de Amón, el monumento más importante de Siwa, en la pequeña localidad de Aghurmi. Fue construido en el siglo VI a.C. y en él se encontraba el oráculo al que acudían gentes de toda la cuenca mediterránea para conocer su destino. ¿El más famoso de sus visitantes? Alejandro Magno, que atravesó el desierto para saber si algún día sería el amo del mundo entero. Lo que, por lo visto sí le dijo el dios Amón por boca del oráculo, fue que era hijo suyo. Quizás por eso, antes de morir, el gran Alejandro expresó su deseo de ser enterrado en Siwa, aunque, como es sabido, la tumba del macedonio jamás ha sido encontrada.
Al Kharijah, Egipto — miércoles, 10 de agosto de 2005
El más extenso de los desiertos y el curso fluvial más largo y más culto de la geografía no es figura de dicción ni licencia poética, sino taxonomía rigurosa. Los ríos forman parte del yang: son fálicos y fecundadores. Los desiertos, en cambio, pertenecen al hemisferio del yin: son receptivos y, en contacto con el agua, extraordinariamente fértiles, todo en ellos (dunas, alcores, planicie, tibieza, espejismos, vientos preñados de arena tostada) tiene forma y fondo de regazo de mujer. Podrás sentir la energía esencial allí mismo.Kharga es el primer oasis, el más remoto, el que hasta hace pocos siglos servía de jalón (y de calabozo) inicial, intramuros ya de Egipto, al infame vía crucis y cuerda de presos de las caravanas que subían desde Sudán cargadas de esclavos negros. Así nació, cuajó y se roturó la ruta de los 40 días. Kharga es el mayor de los oasis del Valle Nuevo. En las afueras se encuentra el Templo de Hibis, uno de los escasos monumentos persas en Egipto, que data del siglo VI antes de Cristo. La necrópolis de Al-Bagawat, con 263 capillas de ladrillos de lodo, es otro de sus grandes monumentos. El amanecer aquí amplio honor a su fama pintándolo todo, absolutamente, de un rosa de sueños: La arena, el cielo, el horizonte, los fortines, los templos faraónicos, los penachos de los miles y miles de palmeras y los edificios de una sola planta o, como mucho, de dos que no ahogan ni fracturan ni esconden el paisaje, sino que brotan de él con la naturalidad y espontaneidad con las que crecen los árboles, los tubérculos, las hortalizas y la verdolaga en los bancales del oasis propiamente dicho.Una vuelta por las calles de este sitio místico nos mostrará el mínimo zoco, la inevitable plaza, los cafetines, las mezquitas, los tejedores de alfombras, las artesanas del dátil, el excelente museo arqueológico, las chichas o narguiles, los asnos, los camellos... Una estructura, un modus vivendi, una filosofía, un esquema y un sistema que se repetirán, siempre iguales, siempre distintos, en todas las estaciones del recorrido por los oasis en fructuosa búsqueda de templos dedicados a Ra y a otros nombres humanos o divinos del santoral faraónico, de soberbias alcazabas con perfil y fiereza de ave de cetrería, de huertos, de acequias, de aljibes, de cangilones de noria, de ruinas, despojos y restos del naufragio de tanta y tanta cultura: la de los nubios, la de Sinuhé, la de Grecia y Roma, la de los coptos (imprescindible es la visita a la necrópolis de Al-Bagawat), la de los europeos... Sólo lo islámico, allí, permanece y dura.

lunes, 2 de marzo de 2009

PRIMER ACERCAMIENTO


DESIERTO BLANCO